Blockchain y Ciberseguridad

Si bien es cierto que su impacto real es especialmente evidente en la aparición de las criptomonedas, las utilidades y aplicaciones que ya se están desarrollando y que se desarrollarán en un futuro hacen que esta tecnología esté llamada a tener un impacto real en cuestiones relacionadas con la seguridad nacional de los Estados.

Se puede decir a este respecto que la tecnología Blockchain cumple a la perfección con los llamados tres requisitos de la seguridad de la información por el acrónimo CIA: Confidencialidad, Integridad y Disponibilidad (términos incluidos en la ISO 27001, que establece estándares para la seguridad de la información).

La cadena de bloques es la base de la seguridad y ciberseguridad del sistema y redes.

La tecnología de la cadena de bloques nos aporta de forma sustancial frente a otros sistemas anteriormente desarrollados un valor hasta ahora no conocido en los procesos de autentificación, la autorización y la auditoría. La naturaleza base de la propia cadena de bloques mejora las ciberdefensas de los sistemas, ya que asegura las plataformas y previene actividades fraudulentas mediante mecanismos consensuados con un enorme número de actores que dificulta enormemente las actividades dañinas o que permite detectarlas con facilidad basándose en sus caracteres de inmutabilidad, transparencia, auditabilidad, encriptación y resiliencia operacional.

Los beneficios directos de la cadena de bloques nos permiten una reducción de costes, una mejora de la gestión de riesgos y una simplificación notable del compliance regulatoria de la amplia gama de normativa que es necesario cumplir y que puede ser automatizada.

Cuanto más largas son las cadenas de bloques, mayores consensos son necesarios y por ello mayor es la protección de esa información. Es importante hacer notar que Blockchain no sustituye a otras tecnologías ya desarrolladas y necesarias, sino que complementa a los sistemas y protocolos existentes.

La confidencialidad sólo puede asegurarse en una red de Blockchain si la información está encriptada mientras transita por la red y si, además, se proponen soluciones válidas para el control de acceso en el caso de redes privadas de Blockchain.

La mayor aportación de esta tecnología al estado de las cosas actual es asegurar la integridad de la información y su trazabilidad, proporcionando a los usuarios la seguridad de que las transacciones almacenadas en la cadena de bloques son válidas. La estructura descentralizada de base en una cadena de bloques nos proporciona una tarea ardua en la manipulación de la información, al contrario de lo que ocurre con los sistemas centralizados como una base de datos al uso. Independientemente del acceso a los datos, la complejidad del trabajo en el proceso de la modificación de la información se nos complica más dado que tenemos un gran número de actores para que todos estén de acuerdo en la validez de la transacción a realizar.

Su proceso natural de entorno distribuido nos proporciona una ventaja ante ataques DDoSs dado que la sobrecarga de nodos es mucho más compleja que en las arquitecturas convencionales.

ESTRATEGIAS DE CIBERSEGURIDAD EN ESTADOS Y PAÍSES

Otra muestra de lo relevante que puede ser en cuestión de ciberseguridad es el interés exponencial que algunos países están tomando en esta tecnología, hasta el punto de que alguno de ellos lo considera como parte esencial de sus desarrollos futuros en materia de ciberseguridad.

Así se demuestra por el papel muy relevante en las reuniones del ISO (International Standard Organization) para fijar los estándares internacionales de Blockchain ISO/TC 307.

Históricamente, la seguridad de un país, de una sociedad ha sido y es la responsabilidad de cualquier Estado, asumida por las fuerzas competentes para mantener el orden interno y por el elemento militar. Pero estamos ante la aparición de nuevos actores y riesgos que ha provocado que diversos Estados estén llevando a cabo una profunda revisión y transformación de sus políticas de seguridad y defensa.

Estamos ante un nuevo escenario porque las amenazas que hoy dia vive la sociedad tienen un alto componente cibernético, bien como medio imprescindible de agresión o bien como objetivo en sí mismo. Es decir, podemos decir que la seguridad y el ciberespacio son dos realidades paralelas.

Esa realidad jurídica se ha mantenido hasta que el impacto de las nuevas tecnologías de la información ha sacudido todas y cada una de las esferas de nuestra vida social, económica y política, de forma tal que esa realidad ya no se ha podido sustraer más a la acción soberana de los Estados para ordenar su funcionamiento a través de su herramienta principal que es la ley.

Blockchain, LA TECNOLOGÍA BASE DE LAS CRIPTOMONEDAS

La aparición de las criptomonedas en nuestra sociedad ha supuesto un elemento disruptivo en nuestro panorama financiero mundial. Estamos viviendo cómo tenemos puntos de vista en los cuales las criptomonedas pueden ser vistas como una magnífica oportunidad para generar y financiar actividad económica y talento como una amenaza para el actual sistema financiero.

Hay que recordar que la tecnología es neutra y, según el uso que se le dé, puede significar una amenaza o una oportunidad de mejora de nuestras sociedades. Con el Blockchain como tecnología base de las criptomonedas ocurre lo mismo. El uso ilegal que en algunos de los casos se le da por parte de algunos actores no justifica su prohibición como está ocurriendo en algunos países. Las monedas virtuales son un ámbito de libertad recién llegado a nuestra sociedad y que algunos actores las han tratado como valor refugio de dinero de procedencia dudosa. Actualmente estamos ante datos de Europol en los cuales se estima que entre el 3-4% de los ingresos de delitos penales ahora se blanquea a través de criptomonedas.